lunes, 3 de septiembre de 2012

Ricard Camarena, honestidad y honradez

Buenas a todos.

Volvemos de las vacaciones con las pilas cargadas o con el síndrome postvacacional, según lo viva cada uno, pero tanto para una cosa como para la otra, tanto para aliviar el síndrome o para celebrar lo bien que lo hemos pasado, no hay mejor manera que darnos un "homenaje" y pasar un buen rato sentados a una mesa, rodeados de colegas y disfrutando de una buena jornada gastro-enológica.

Y una de esas mesas bien puede ser, y debiera ser en alguna ocasión la de Ricard Camarena ( C/Doctor Sumsi 4, Valencia. Tlf: 963355418 web: www.ricardcamarena.com

En esta ocasión el artículo será más breve de lo habitual, pues a penas pondré fotos y me interesa más que se quede el concepto que yo tengo de esta experiencia.

Hablar de la cocina de Ricard en este post no tiene muco sentido, pues ya comenté mi experiencia en Arrop hace unos meses, cuando éste todavía estaba abierto, y si bien, en esta ocasión los sabores del menú tenían un punto más agresivo con el picante, al mismo tiempo la hace más personal todavía, e igual de excelente que como lo hacía en su antiguo local. Donde sí me gustaría ahondar más es en la impresión que supuso esta nueva experiencia en el nuevo restaurante, pues es muy diferente y a la vez mucho más personal, reflejando la idea de esta nueva aventura, una forma de hostelería de alto nivel pero infinítamente más próxima al comensal, y más interactiva. Es un local que parece un traje hecho a medida, donde muestra su identidad, la de su cocina y de como quiere mostrarla. De una forma más explícita de lo que pudiese ser antes si cabe. Y contando con su personal de confianza que le ha acompañado durante los últimos años.

Lo que más me gustó y principal razón del post, junto con la compañía de Begoña, Jorne, Berta y Dule (gestor del evento y el mayor gastropirado) y la comida, fue esa sensación de interacción que han conseguido, de interacción con el personal, e incluso con otros comensales, pues a la mesa en la que estábamos es la mesa que domina el salón, una mesa que puedes compartir con más gente aunque no sean de tu grupo, mesa en la que si hay sitio libre uno se puede sentar, y participar de lo que en esa mesa ocurre, o bien ir a su aire y no relacionarse, pero ya existe esa oportunidad, parecido a como ocurre en la barra de un bar y comentas la jugada del partido de fútbol de turno con el de al lado aunque no lo conozcas de nada, aquí igual, sólo que puedes cambiar el fútbol (o no, que esto es un tema internacional) por tu opinión de los platos, o del local, o del devenir del mundo, pero se rompe la barrera entre comensales. Obviamente, si uno quiere, puede reservar su mesa particular y que nadie le incordie, pero a mi, me parece que es un elemento maravilloso en un local de alta gastronomía.

Así pues, si sumamos excelente comida, junto con un local moderno y diáfano y un entorno más personal y abierto de miras donde Ricard Camarena se siente plenamente libre, el resultado de esta suma es un experiencia sobresaliente y única.

Supongo que os habréis percatado de que todavía no he comentado el porqué del título, pero es que lo quería dejar para el final. Porqué fue al final de la cena cuando más me sorprendió, y fueron unas palabras de Ricard, y dichas con plena sinceridad, las que me convencieron definitívamente de que es un fuera de serie y que ganaron toda mi admiración. Fue hablando sobre este nuevo comienzo y que fue lo que en parte influyó para que así lo hiciera, lo que dijo fue "Yo siempre he querido ser cocinero, no gestor, y en este nuevo proyecto vuelvo a donde me gusta estar, en la cocina" y yo creo que lo ha conseguido. De todas maneras si queréis saber mejor como funciona la cabeza de Ricard, os recomiendo que trasteéis por su web. Y así, al mismo tiempo, podéis hacer vuestra reserva y consultar los 2 menús que dispone y sus precios.

Ahora os pongo un par de fotos de algunos de los platos que tomamos, nosotros, elegimos el menú largo, y en cuanto al "riego" quedo en manos de Jorne y Dule, que son de gustos parecidos y que en la bodega de Ricard saben a buen seguro que encontraran buenos caldos junto con el consejo de David, el sumillier del local.


(menestra)


(arroz margarita)


(Parte de lo que bebimos... ahí lo dejo...)

No quiero poner todas las fotos, por dejar parte a la imaginación, pero seguro que si vais, no os arrepentiréis.

Y como siempre...

Un beso para vosotras y un abrazo para vosotros!!!



2 comentarios:

Ostraspasion dijo...

Totalmente de acuerdo contigo un lugar digno de visitar sin prisas ,psíquica y psicología ante preparado para disfrutar y disfrutar y disfrutar. Grande Ricard. Grande David y todo ese equipo que hace de Ricard Camarena un lugar único y cercano al cliente

Juan Cristian dijo...

Gracias, que te voy a decir que tú no sepas. Este nuevo Ricard, tiene un "algo" especial que hace que vuelvas (cuando nos vimos era ya la 4ª vez que iba), un lugar para ir sólo o en compañía y que a bien seguro no disfrutará.

Un abrazo.