martes, 4 de diciembre de 2012

Nikkei 225, mi primera experiencia nikkei

Buenas a todos.

Puesto que tenía que coger un avión para ir  Nueva York, y salía desde Barajas, tuve que pasar el día anterior en Madrid, y no se me ocurrió mejor manera para despedirme de España que con un buen sabor de boca y con gusto internacional. Para ello fui a este restaurante que aúna, de la mano de Luis Arévalo, la cocina japonesa y la peruana, o cocina "nikkei".

Con estas pistas ya sabréis que el restaurante no es otro que Nikkei 225 (C/Castellana 15. Madrid tlf: 913190390 www: www.nikkei225.es).

Siguiendo mi insana costumbre de perderme por las calles del barrio Malasaña y tomarme unas cañas en los bares que me parecían más pintorescos, hago camino hacia la Castellana, olvidándome de que no estoy en Castellón si no en Madrid, y el contraste Malsaña-Castellana es muy notable. Bien es sabida mi poca afición a ir arreglado, y nunca me ha supuesto ningún problema más que alguna mirada furtiva y una sensación de que pego menos en ese cuadro que a un Cristo 2 pistolas. Pero es que en esa zona ya es exagerado hasta para mí.

Menos mal que hice mi reserva con unas horas de antelación, pues según me dijeron, sólo quedaba un hueco en la barra, y la verdad, para ir sólo, prefiero comer en barra que no en mesa, suele ser un servicio más dinámico y distraído y permite ver como manipulan la comida, cortes, etc. que siempre hacen la experiencia algo más interesante, pero tiene sus inconvenientes como luego comentaré.

El local hace honor a la zona, muy elegante, moderno, con una impactante cava a vista completamente acristalada, y 2 chicas igual de elegantes para la recepción y comprobar la reserva. Muy amablemente una de ellas me acompañó a mi sitio que está en el salón inferior, donde se encuentra también la cocina. 

Un salón luminoso y amplio, con detalles dorados y como bien decía, lleno de gente, con su consecuente barullo. Pero eso no depende únicamente de la insonorización, si no también de los propios comensales, pero al fin y al cabo a comer y cenar se va también a hablar y sobretodo a pasar un buen rato.

Como viene siendo habitual pedí el menú degustación maridado, y... una cerveza.

Carta de Nikkei 225


Mi cerveza con unas chiflas (plátano frito) y una crema de ají amarillo
Como apunte decir que el maridaje inicialmente es con espumosos, pero yo pedí si lo podían cambiar a vinos (algunos ahora se echarán las manos a la cabeza y me llamarán hereje, pero no me apetecía cava ni champagne)

Empezamos el menú degustación en Nikkei 225:

1. Ravioli de ají de gallina y ajo blanco: Un primer bocado impactante. con la potencia del ají (para quien no lo sepa, el ají es primo-hermano del chile, guindilla, pimiento, muy usado en la gastronomía peruana y la sudamericana del pacífico) y un uso diferente de uno de los platos más característicos de Perú junto con el cebiche. Un buen contacto con lo que vendrá después.

Ravioli de ají de gallina y ajo blanco

2. Ostra con ajís, tiradito de vieira y bloody Mary. Este plato me dejó helado, y no por el hielo del plato, si no por su frescor, sabor, potencia picante... Excelente. Además, como podéis ver, muy pasional, rojo intenso. Muy muy bueno.

Tiradito de vieira a la izda, Ostra con ajís dcha

3. Croqueta de causa y empanadilla de langostino: La causa es un plato típico peruano a base de patata amarilla y ají. 2 bocados suaves tras la potencia de la ostra y sus ajís.

Croqueta de causa izda. y empanadilla de langostino dcha.

Estos primeros platos maridaron con un Riesling 2011. Fresco y que jugaba bien con los picantes.

4. Chupe de camarones con gamba roja, tofu frito y verduritas: Otro plato para quitarse el sombrero, la respuesta en caliente a la ostra y a la vieira. Picante potente, mucho sabor, muy explosivo, pero sin ser agresivo y anularte el gusto. Una receta con más toque tradicional peruano.


Chupe de camarones y gamba roja

5. Usuzukuri toro, soja y salsa de tomate: buenos cortes, sabroso y fresco, pero por alguna razón me venía a la cabeza compararlo con el de Kabuki Wellington de Ricardo Sanz. Y quizá porque lo probé antes o simplemente porqué me gustó más, me quedo con el de Kabuki.

Usuzukuri toro, soja y salsa de tomate
Usuzukuri pan con tomate de Kabuki Wellington

NOTA: Para conocer bien el nombre de los cortes del atún aquí os dejo un enlace del programa de David de Jorge, Robin Food, donde el mismo Ricardo Sanz da una clase magistral de corte y preparación (mise en place) del sushi y sashimi.

6. Cebiche caliente, caldo de pescado dashi: Otro plato de lagrimones como puños, toda la esencia del cebiche, con su papa, choclo y su pescado pero con el punto templado. Muy logrado.

Cebiche caliente

Estos platos fueron maridados con una manzanilla del equipo Navazos, soberbio.

7. Cangrejo real a la plancha con ají peruano: Una carne curiosa la del cangrejo real, nunca la había probado con anterioridad, y me resulto muy sabrosa, un ají suave pero presente. Se me quedó escaso.

Cangrejo real con ají peruano

8. Nigiris: Los calientes de foie y wagyu con huevo de codorniz estaban ricos, pero los frios estaban aún mejores, sobretodo el de aguacate, huevas y arroz tostado dulce, un contraste en boca excelente.

Nigiris

Estos platos maridaron con un Chardonnay 2010

9. Pato con salsa curry y pan de algas: Para terminar un plato de carne consistente, sabores fuertes. Maridaje exclusivo con Pujanza 2004.

Pato con salsa curry

10. Suspiro limeño, dulce de leche y yuzu: un final dulce con un postre típico peruano como es el suspiro limeño, acompañado de dulce de leche y de yuzu. Buen ajuste del dulce con la acidez del yuzu.

Suspiro limeño, yuzu y dulce de leche

Maridado con un Molino Real de Telmo Rodriguez, un vino dulce de moscatel que me encanta desde que probé en Barcelona y cuyo sabor se me ha quedado grabado desde entonces y de eso hace ya 4 años.

Y hasta aquí el menú en Nikkei 225. Mi primera experiencia en un Nikkei, esta fusión de cocina peruana y japonesa de la que cada vez se escucha más hablar.

Yo he leído diversas opiniones al respecto, unas dicen maravillas y otras atrocidades, a mi personalmente, todo lo que implique potenciar las sinergias, o nuevas creaciones, me resulta positivo y muy atractivo, así que como iniciativa a mi me parece fabulosa, si a eso le sumas que son 2 cocinas que por separado me gustan, y que además llevan muchas generaciones conviviendo juntas por la inmigración japonesa en Perú, me parece lógico que surja una fusión.

¿Me gusta la cocina Nikkei de Nikkei225?, ¿Merece la pena?. Mi respuesta es un SI, pero con condicionantes. 

Como cocina está muy bien, completa, variada, sabores nuevos para mi y muy buenos que me gustaría repetir, como la ostra y la vieira, el chupe de camarones o los nigiris (salivo de recordarlos cual perro de Paulov), pero iría un día que no fuera fin de semana, y aún yendo solo, pediría mesa. 

Porqué lo digo, porqué a barra llegan las comandas y escuchas cosas que no debes, además se monta mucho alboroto en un salón con una débil insonorización y lleno de gente con ganas de fiesta.

Pero esto es un pequeño borrón sobre un local que a mi parecer, llegará más lejos, por una buena cocina y un servicio eficiente y amable.

Toda esta experiencia me salió por 123€, Menú degustación por 75€, Maridaje 35€, el resto en agua, cerveza, una copa de Lagavulin 16 años y café. Un precio más que razonable por lo ofrecido, una razón más para ir y no salir decepcionado.

A partir de aquí, lo próximo que comí fue el desayuno del hotel, la nefasta comida del avión y durante 9 días fui un yankee, con algún arranque europeo, pero yankee al fin y al cabo...

Pero eso son aventuras que iré contando en "Nueva York en clave gastronómica".



Un beso para vosotras y un abrazo para vosotros.


1 comentario:

Juan Cristian dijo...

Luis Arévalo emprende trayecto en solitario y se desliga de Nikkei 225. La mejor de las suertes en su nueva aventura.