domingo, 18 de diciembre de 2011

Tapas por Madrid, donde la variedad no termina. 2ª E-tapa. Estado Puro.

Buenas a todos, recuperamos el recorrido por Madrid en un local que hacía tiempo que quería probar, tanto por las recomendaciones de los amigos (esto va principalmente por tí, Javi) como por la mente pensante que está detrás de este proyecto, que no es otro que Paco Roncero (Restaurante El Casino de Madrid, 2 estrellas Michelín).

Así que el sábado tras empaparnos de cultura surrealista y hacer una breve introducción a la patafísica de Rousel en el Reina Sofía, pasamos a probar este local, Estado Puro (Plaza Cánovas del Castillo 4. www.tapasenestadopuro.com). y de pasar por probar, nos quedamos a comer en la barra y fuimos pidiendo sobre la marcha.

Del local, resaltar esa decoración flamenco-pop, con el tejado decorado con peinetas y el mural al fondo de una sevillana al más puro estilo 50´s. todo un puntazo que une lo castizo con esta ola creciente de cultura pop. Por cierto, si uno/a quiere, se puede comprar una de las peinetas en la sección merchandising.

Y metiéndonos en harina, comencemos con el tema de la comida.

Como he dicho antes, nuestra idea era probar un par de tapas y cambiar a otro sitio, pero nos sentíamos tan a gusto en el local, aunque fuera la barra, que decidimos quedarnos, así que si véis alguna disonancia gustativa por los platos que pedimos, es que simplemente nos dejamos llevar por lo que nos apetecía tomar en ese momento.

De inicio, unos mejillones en escabeche. Buen calibre y bastantes unidades, escabeche suave, buen entrante para ir haciendo boca.


Patatas bravas. Siempre lo diré, para mí, uno de los puntos de calidad de un bar son sus bravas y la ensaladilla rusa, en este caso, son de 10. Realmente buenas y sabrosas, con un punto de picante perfecto y una bonita presentación y elaboración. Pasar por Estado Puro y no probarlas, es un error.


Ensalada Japonesa. Con jamón de pato, verdura fresca, bien aliñada, variedad de setas, fruta..., una ensalada muy completa.


Boquerones en vinagre. Espectaculares, buen tamaño el de los boquerones, bien marinados y con ese punto de exceso de vinagre que hace que te pique la garganta, que a mi particularmente, me gusta mucho. Con los chips de ajo, entran sin sentir. Muy buenos.


Espárragos trigueros en tempura con romescu. Quizá el menos vistoso de lo que pedimos, pero el punto del espárrago estaba muy bien, todavía un punto crujiente, la tempura bien hecha, sin exceso de aceite y con todo el sabor del espárrago. La salsa, a mi me gusta más ligera, pero de sabor estaba muy correcta.


Todo esto fue lo que tomamos, todo ello regado por cantidades ingentes de cerveza, y salimos por menos de 20 euros por cabeza.

Se que en este local hay que probar muchas cosas más, como la tortilla SXXI, minihamburguesa, pepito ternera... Pero para eso tendré que volver, y visto lo visto, seguro que lo haré.

Sitio más que recomendable tanto para parar a picar como para quedarte a comer, y además por un precio muy razonable.

Y para despedirme en esta publicación, os dejo este Dalí de su etapa cubista que me encantó. Si tenéis oportunidad no dejéis de pasar por el Museo Reina Sofía y visitar la exposición surrealista y la patafísica.


Un beso para vosotras y un abrazo para vosotros.







lunes, 12 de diciembre de 2011

Restaurante Cal Paradis, pasión hecha cocina.

Buenas a todos, en esta ocasión voy a comentar el restaurante Cal Paradis (Av. Vilafranca 30, Vall d´Alba, Castellón, www.calparadis.es).

Como se termina el año, y dicen que no hay que dejarse ninguna cuenta pendiente antes de terminarlo, fui a visitar a Miguel Barrera, propietario y cocinero de Cal Paradis, al que le prometí que antes de que terminase el año volvería a hacerle una visita. Primero de todo, decir que estar con Miguel es siempre un placer, porqué transmite la pasión por su trabajo en todo momento, y aún en malos momentos como los actuales, no sucumbe al desaliento, y eso hace muy especial a Miguel y por ende al restaurante.

El restaurante, está en el pueblo de Vall d´Alba, hacia el interior de la provincia, a unos 30-35 minutos en coche desde la ciudad de Castellón. Al llegar al pueblo y a la avenida, impacta el contraste de su calle y locales con el restaurante, porqué está rodeado de un par de bares de "toda la vida". Con una fachada cuidada en pizarra, amplia entrada, y ajardinada con respecto a su entorno. En la recepción se nota la inversión que se hizo hace 6 años para darle ese paso de calidad al local. Entrada con paredes de piedra, mobiliario en piel, columnas en mosaico, muy cuidada la iluminación, cava a la vista... Y lo mejor ventanas con vistas a lo más bonito del pueblo, sus almendros y olivos, que aunque en diciembre están secos, en temporada de flor es una vista digna de mención.

El día que fui todavía estaba en temporada de setas y de jornada (el último día, y menos mal que fui!!!). Y Miguel me lo ofreció como sugerencia y aprovechar al material que tenía, ya que me dijo que había entrado buen material durante los últimos días, sobretodo rovellón.

Y ahí que nos pusimos a la faena, yo a la mesa, y Miguel a los fogones.

El menú largo constaba de 9 platos, pero Miguel me obsequió con un par más como detalle hacia mí, ya que iba con mucho apetito, eso no quita para que con el menú simple no sea suficiente, porqué lo es con creces.

Empecemos con el menú:

1. Aperitivo de la casa, chips de patata con vinagreta de miel y naranja con seta. Me gustó mucho la vinagreta de miel, suave y dulce que con la sal de las patatas hacía un buen contraste.


La cerveza que se ve, es la Cruzcampo Gran Reserva, a mi personalmente me gustan puntos más amargos del lúpulo, pero, entraba igual de bien.

2. Pulpo confitado con crema de patata y rovellón, excelente el punto del pulpo, pulpo pequeño de roca, y el sabor que da el rovellón es espectáculo puro, carnoso y sabroso.


3. Puerro, perdiz, y variado de setas en escabeche. Muy buenas las setas escabechadas, punto suave de vinagre y sabor presente de las setas, la perdiz escabechada quizá un pelín seca para mi gusto, pero en sabor, con el puerro combina bien. Resalta la presentación del plato, sobretodo por el volumen con el cilindro de puerro.


4. Rebozuelo, espinaca y cabrales. Para mí, uno de los platos estrella de este menú, por presentación, el color verde de la espinaca, envolviendo a las setas, el olor del cabrales, que aunque parezca que se apoderará del sabor del resto de ingredientes, consigue un equilibrio entre todos. Para mí, excelente.


5. Rovellón a la brasa, caldo de cebolla roja y jamón ibérico, con allioli. Otro gran plato, por producto principalmente, pues es el rovellón a la brasa, pero el sabor de este hongo, merece un plato para el solo. Con el caldo y sobretodo con el allioli braseado está de auténtico vicio.


6. Boletus edulis, gamba y trufa tuber melanosporum, sólo los ingredientes ya lo dicen todo, en este plato vamos a más, aunque sea frío, los sabores hacen sinfonía, y cada uno, al mismo tiempo es protagonista, son un equipo bien conjuntado. Es un placer el sabor del boletu tratado en carpaccio. Otro de los grandes del menú.


7. Huevo ecológico, caldo de garbanzos, bacalao y trompetas de la muerte, para mí, el más flojo del menú, pero es que después del sabor del rovellón y el boletu, cambiamos a otro concepto. Además, para mi gusto, estaba falto de temperatura, aunque el sabor del caldo del bacalao y el garbanzo estaba muy rico, pero la trompeta no estaba muy presente, aunque le aporta carnosidad. El huevo estaba trabajado a baja temperatura. Lamento no poner foto, pero por fallo técnico no la tengo.

8. Arroz de verduras y setas. el otro plato extra que me coló Miguel, y que bueno estaba, un punto del arroz meloso perfecto en cocción, y sabor excelente, buen fondo, y el sabor de todas las verduras, una maravilla, en setas había rovellón y llanega entre las que pude distinguir. Gran plato, pena que esté fuera de carta de menú de setas.


9. Raya, llanega negra y cebolleta y alcaparra encurtida. El picante de la salsa en su punto, y la textura gelatinosa de la llanega negra conjuga bien con la raya. Nada más a resaltar.


10. Caldo de caza y setas, ñoqui de calabaza, higadillos y trufa tuber melanosporum. Otro de los grandes protagonistas de la jornada, en este plato el sabor de caza y más con el frio que empieza a hacer, sienta de maravilla, la intensidad que transmite tanto el producto, como el caldo, es muy buena, potencia pero sin exagerar y saturar el gusto, y el ñoqui de calabaza ayuda a ello, un punto dulce entre tanta potencia cárnica. Excelente.


(antes del caldo)


(con caldo)

11. Botifarra de carrillada y morro de ternera con setas de la cesta. Carrillada trabajada a su punto, se corta con el dorso del tenedor, y se deshace en la boca, intenso sería la palabra que mejor lo definiría. A eso, le sumamos el rovellón que nos ha acompañado a lo largo del menú.


12. Postre: el otoño en el plato, combinación de varios postres, pastel de calabaza, crema de castaña, yogur de leche de cabra, requesón de leche de cabra, seta confitada, granada, membrillo. Si hay algo que me gusta es combinar sabores, y este postre da mucho juego a ello, yogur con membrillo, o con granada, o cuajada con la seta confitada, o seta con crema de castaña... el abanico es muy amplio, y todos ellos muy bien preparados.


Y hasta aquí, el menú de las setas de Cal Paradis.



Si quisiera ponerle una pega, es en el tema de vino por copas, pero hay que tener en cuenta que ofrecer variedad de vino por copas en estos tiempos es difícil si no tienes una larga rotación de gente.

Por otro lado, el servicio, transmite la familiaridad que da un pueblo, sin perder en ningún momento las formas.

El precio del menú es de 45 euros IVA incluido, que con cerveza y una copa de vino (DO Rioja aceptable, no recuerdo el nombre) subió todo a 50 Euros. Un precio más que ajustado para el despliegue realizado.

Para mí, tras Modesto Fabregat de Arbequina, está Miguel Barrera, una referencia para esta provincia, al que deseo desde este blog que le sonría la suerte y se vaya valorando cada vez más su trabajo, su empeño y su pasión por la cocina.

Un beso para vosotras y un abrazo para vosotros.













  

martes, 6 de diciembre de 2011

Tapas por Madrid, donde la variedad no termina. 1ª E-tapa, VaDeBaco

Buenas a todos, si ya en su día publique una pequeña ruta de restaurantes por Madrid, aquí haré lo mismo pero en locales más orientados hacia las tapas que a un restaurante como tal.

La ocasión de perderme por Madrid era por el concierto de Fitness Forever y Papa Topo que tuvo lugar el sábado 3 de Diciembre en la sala Siroco. Y ya que fuimos el viernes, había que aprovechar la noche, y esa primera noche tuve a bien reservar en el restaurante VaDeBaco (C/ Campomanes 6, tlf. 915417017. web: www.vadebaco.com), muy próximo al Teatro Real. Este restaurante me lo recomendaron desde el restaurante Balzac (ya comentado en este blog), la última vez que estuve en la capital. Además leí sobre él en un blog amigo como es Sinestesia Gastronómica.

Lo que llama la atención desde el principio es la entrada, en pizarra con algunas de las tapas escritas en la misma pared, y una gran puerta de cristal, local alto y diáfano estilo loft. lo que le da impresión de mayor amplitud. Se distinguen 2 zonas, a la entrada la zona de tapas, de servicio más informal con mesas altas y taburete, y a la izquierda las mesas, para un servicio más formal. Sorprende la bodega, allá donde mires hay vino (por algo se llamará VaDeBaco, no?).

A la hora de pedir, ya que no teníamos ningún menú concertado nos dejamos recomendar, por un lado se nos configuró un menú y en base a este se diseño el maridaje.

En primer lugar empezamos con cáscara, navajas, almejas y berberechos, decir que el punto de plancha de las navajas era excelente, la única pega es que estos productos se enfrían enseguida, así que hay que darles tiento lo más rápido posible, fue maridado por un cava seco Aire (xarelo, macabeo, parellada y chardonay), y aquí hago un inciso, sólo me acuerdo de este vino, del resto mi memoria ya no llega, lo siento.


En segundo lugar, samosa de gamba y pulpo con puré patata, a la samosa le eché en falta un punto más crujiente, pero el relleno estaba de vicio, sobre el pulpo, decir que estaba bueno sería quedarse corto, buenísimo, un punto de cocción ideal a mi gusto. Creo que es un "must" en este local. Para maridar un rias baixas con godello, entre otras de sus variedades, con un punto mineral que cuadraba muy bien.


En tercer lugar, un bacalao en tempura, este fue el que menos me convenció de todo el menú, tanto en su presentación como luego en sabor, aunque el producto era bueno, el crujiente se quedó a medias, y en el plato se le veía muy solitario. Obviamente no se puede decir que estuviese malo, pero a mi gusto si mejorable. Fue maridado por un godello de valdeorras con barrica de unos 3 meses, blanco con cuerpo y persistencia.


En cuarto lugar la merluza en tempura, con guarnición de verdura. en este caso, se me saltaron las lágrimas de la emoción, simplemente espectacular, tanto el trabajo de la harina como el punto del pescado. Con este plato se mantuvo el godello.


Como último plato fuerte, muslo de pato con salsa calabaza picante, la salsa espectacular, el tostado de piel, riquísimo, sólo una pequeña pega, la carne demasiado hecha para mi gusto. Como vino un tinto, de tinta de toro que cuadró muy bien con el picante y la grasa del pato.


Y de postre, un variado, con brownie, tarta de queso, helado de violeta y tarta de Santiago, todos ellos muy ricos, el helado cremoso, la tarta de Santiago, en su punto, el brownie, con un pequeño baño de chocolate y la nuez, muy correcto, la tarta de queso no la probé porque mi colega se la comió entera ya que el resto no le apetecía, pero según él, estaba muy rica. Para maridar, un Porto Niepoort 2007 que me encantó, pero es que el porto es una de mis debilidades, pero que no tengo la oportunidad de probar siempre.


Y hasta aquí la excursión gastronómica en VaDeBaco, el precio del menú maridado fue de 40 euros por persona, un precio más que razonable para todo lo que nos ofrecieron.

Si pasáis por Madrid, probadlo, aunque yo me sentaría directamente en barra, así uno se quita el encorsetamiento que implica la mesa, y te permite ir pidiendo a tu marcha, y ya que te ofrecen la posibilidad, yo no la dejaría escapar.

En el próximo capítulo, un poco más de Madrid.

Un beso para vosotras y un abrazo para vosotros.







jueves, 17 de noviembre de 2011

Restaurante Veranda, una alternativa para Castellón

Buenas a todos, como ya comenté al inicio de la nueva etapa del blog, iba a comentar siempre algún restaurante de fuera de la ciudad de La Plana, para ver que se "cuece" a lo largo de la provincia. En esta ocasión, y todo por casualidades de la vida, acabamos un amigo y yo en este restaurante. El Veranda en la Vall d´Uixo (C/ Mosén Ricardo Miralles, 4. www.restauranteveranda.es)

Lo primero que llama la atención es la decoración, pues está muy cuidada, trabajo en madera y piedra, envigado, y techo alto. Para mí, diseñado con mucho gusto. Nos recibe el propietario, Antonio, un señor dedicado toda la vida  a la hostelería, y cuando digo toda la vida, es toda la vida, pues como sólo éramos nosotros 2 los únicos comensales, hubo oportunidad de charlar y contar aventuras varias, entre ellas que desde los 12 años ayudaba a su padre en el bar que regentaba. Así pues son gente hecha a si misma y que han ido mejorando a lo largo del tiempo. De trato muy cercano, cosa que se agradece de vez en cuando, y más si estás en un pueblo, gusta ver esa "familiaridad".

Sobre la comida, hicimos un pequeño variado de entrantes, plato principal y postre.

1. Aperitivo de la casa, tosta de mousse de foie con mermelada tomate. Para abrir boca, bien, pero no despierta grades sabores.




2. Pulpo a la gallega: buen punto el del pulpo, tierno, y bien sazonado.


3: Navajas. Buen calibre el de las navajas, y un punto de plancha que hacen que estén muy sabrosas.


4. Tosta de foie con langostino y reducción de PX, muy bueno el contraste langostino foie y el dulzor que aporta la reducción, aunque como sugerencia, yo cambiaría la tostada por una coca de aceite, potenciaría un poco más el poder salino.


5. Como plato principal: Carrillada de ciervo con frutos rojos y guarnición de patatas. Carne de lo más tierna, se corta con el dorso del tenedor, para mi gusto, fallo el fruto rojo, demasiado sabor y dulzor, con lo que cuesta apreciar bien la carne. La guarnición, como se ve, muy laboriosa no es. Algo decepcionante este plato.


Como postres, ambos caseros, tarta siciliana y pannacota, la siciliana estaba buenísima, crema cuajada, la vainilla, chocolate y canela, combinación excelente. Sobre la pannacota, para mi gusto, mejorable, pero también de buena calidad.



Sobre la bodega, comentar que la carta a primera vista es algo corta, a precios asequibles pero sin recortar demasiado. En nuestro caso, tomamos Glorioso, Rioja crianza bastante agradecido para el menú que nos hicimos.

De todo, con lo que me quedo es con el buen trato recibido, y con los productos de calidad.

El precio de todo fue de 50 € por cabeza. Quizá algo caro para lo que puedes encontrar en otros sitios en la ciudad u otros restaurantes ya comentados en este blog. Pero lo veo una buena alternativa si se vive por la zona de la Vall d´Uixo y se quiere una comida o cena especial, o para escapar de los locales habituales.

Un beso para vosotras y un abrazo para vosotros.

martes, 1 de noviembre de 2011

Arrop, grandes candidatos a marcar una época (CERRADO)

Buenas a todos, el blog Buengustoclubsocial cumple su primer año y para esta ocasión voy a comentar el restaurante Arrop (C/Almirante 14, Valencia. Tlf: 963155287).

El hecho de que fuera a este restaurante en Valencia, no era otro que celebrar mi cumpleaños (32 años y subiendo por muchos más, espero...). Y lo escogí por recomendación de un amigo, que me dijo que tenía muchas ganas de ir porqué conoce a Ricard Camarena (propietario y cocinero jefe) y de él dice que técnicamente es un fuera de serie. Así que utilicé mi cumpleaños como excusa para darme este lujo.

Reservé con pocos días de antelación vía on-line para mí, y así poder explicar que quería un menú degustación largo y con maridaje, pues a veces, para un único comensal no lo hacen. Así me aseguraba que si me decían que no, me buscaba una alternativa. Pero no hizo falta, me confirmaron la mesa ese mismo dia vía SMS y e-mail.

Llegar se hace un poco difícil si no eres de Valencia, y además la calle está en obras y es estrecha, y lo último que te esperas es encontrarte este restaurante en una calle así. Y la verdad, es que el contraste impacta, entre edificios en reformas, la estrechez de la calle y la zona, te encuentras una entrada moderna con cristalera, con unas escaleras que te llevan a un semisótano.

Al entrar, te reciben amablemente y el local sorprende aún más, pues parte de las paredes son la piedra de edificio del siglo XVI-XVII, y por otro lado te encuentras la cava, que va de techo a suelo, cristales ahumado que dejan ver las botellas si te acercas lo suficiente, incrustado en las paredes de la cava hay paneles de LCD en las que salen vídeos del propio Ricard Camarena. Al pasar el arco te encuentras con el salón, un salón amplio y diáfano, que transmite tranquilidad, no necesita más decoración.


Tras acomodarme, vino el jefe de sala, primero a felicitarme por mi cumpleaños, y después a explicarme como iba a funcionar la comida, tal y como solicité, menú largo de 11 platos más petit four, con su maridaje asociado, que constaba de 8 vinos (lamento mucho no haberlos apuntado, solo recuerdo un par de ellos y al servirlos en copas, no tenia sentido hacerle foto, como apunte, he de decir que cuadraron muy bien, en sumilleria hay que darles un 10).

1. Aperitivo:

Rábano picante en cebiche, el ácido del cebiche con el picante del rábano, hace de este bocado algo fresco y que invita a pegar el primer trago para acomodarlo, con esto no quiero decir que fuera excesivo, lo considero en su punto, pero se potencia con el fino que me sirvieron de inicio.

Empanadilla de bonito y tomate, buen crujiente y sabores presentes, nada de acidez por parte del tomate, otro buen bocado de inicio


Corteza de cerdo con crema de seta, realmente no soy amante de la corteza de cerdo, pero esta era muy suave y ese punto graso iba bien con el fresco de la crema de seta.

Corte de foie, un sabor graso y fresco antes de empezar con el menú.


2- Brandada de Bacalao: Plato suave al gusto, se deshace en boca, y que tiene el sabor del bacalao siempre presente, impacta la conjunción con el plato!!!.



3. Anchoa del cantábrico con tomaca de penjar y rúcula. Uno de los más sorprendentes, tanto por cromático como por sabor, la potencia ácida del tomate se conjuga de maravilla con el ahumado de la anchoa, de buen tamaño todo sea dicho.



4. Carpaccio de champiñones con jugo de pollo a l´ast y limón. Preciosa presentación, y el jugo en crema del pollo, transmite el mismo sabor del pollo de siempre. Sorprende que se utilice un ingrediente como el champiñón. Para maridar fue un blanco francés, que como explicaba al principio no recuerdo.



5. Tataki de bonito con cremoso de judias verdes y yogur de piñones. Y va in crecendo, muy jugoso el tataki, picante de washabi y que se suaviza con el yogur de piñones. Llama la atención como de combinar estos ingredientes, sale algo tan llamativo. 



6. Ensalada de caballa y sésamo. Frescor llevado al máximo, tanto por la caballa como por la verdura y el jugo avinagrado de la salsa de la ensalada, pero muy bien con la untosidad grasa del pescado.



7. Sopa de chipirones levemente picante. Para mí, este es el mejor de todos, los chipirones en su punto y la sopa con un picante perfecto, si le sumas la presentación, sólo decir que es de 10. Plato inmejorable.



8. Arroz de sardinas al espeto. Y seguimos con productos del mar, la sardina al espeto con un ahumado muy suave, junto con el arroz en su punto, es un buen plato que aporta un poco de plenitud por el arroz.



9. Serviola con tallarines aliñados de nabo. Me encanta el punto que se consigue en el pescado, se ve en la foto. La grasa del pescado va de lujo con el nabo. Las huevas son de pez espada.



10. Costilla de cordero con apio especiado y limón. Y se hizo de rogar el plato de carne, pero llegó, trabajo a baja temperatura, y aromatizado, se deshace en boca y es un placer dejar que se deshaga. Combinado con el apio, mezcla difícilmente mejorable.



11. Calabaza asada con yogur y gengibre. Para suavizar "tanta" grasa y limpiar boca, 2 postres, este el primero, suave yogur, que le da protagonismo al jengibre y la calabaza.



12. Tarta hojaldrada de limón. Y aquí llega el final del menú, tarta pasada por el nitrógeno, que al bocado se nota como se deshiela en boca, un efecto que nunca había probado antes, y potencia el sabor del limón.


Tras el menú, vino el café y la copa, se agradece el detalle de la invitación a la 2ª copa, buena carta de licores, la mayoría de ellos para tomarlos solos, sin ni siquiera hielo. Yo, en mi caso, whisky Glenrothes del 93, que entraba sin sentir.

Tras terminar, me ofrecieron la oportunidad de visitar la cocina y conocer a Camarena, lo que fue todo un placer. Fue de lo más amable y me explicó por encima como funcionaban en cocina.

Como homenaje al personal, y agradecerles el excelente trato que me dieron, quise inmortalizarlos para así dedicarles un hueco en este artículo. Pues no olvidemos que son ellos quienes dan la cara al cliente y quienes llevan el peso de la sala y de que todo salga a su tiempo.

Desde aquí, MUCHAS GRACIAS por hacer que mi cumpleaños fuera aún más especial.




Aunque de boca de ellos mismos, piensan que aún les queda camino para la 2ª estrella Michelín, no dudo en ningún momento que si siguen trabajando de esta forma, la conseguirán, si no el año que viene, el próximo. Y espero tener la oportunidad de repetir para cuando llegue ese momento.

Mi más sincera enhorabuena por el trabajo que se realiza en esta casa.

Hasta aquí, mi experiencia en Arrop, un lugar que si tenéis oportunidad y el dinero (no diré el precio porque es un regalo que me hice a mi mismo, y dicen que es de mala educación decir esas cosas, pero en la web podéis ver los precios de carta, menús degustación y los vinos). No os arrepentiréis.

Un beso para vosotras y un abrazo para vosotros.






miércoles, 26 de octubre de 2011

Vieja Roma, pequeña Italia.

Buenas a todos. En esta ocasión os comentaré el que es, para mí, el restaurante italiano más característico de la ciudad de Castellón, La Vieja Roma (C/Echegaray 4).

Este restaurante lo conozco desde que llegué por primera vez a Castellón (hace ya más de 10 años), y guardo aprecio porqué me recuerda mucho a mi restaurante italiano preferido de Alicante, el Da Ricardo. Comparten ambos una esencia, propietario y cocinero italianos, y de elaboración lo más artesana posible, y eso se nota a la hora de comer sus platos.

De la Vieja Roma, decir que como local, no se caracteriza por ser muy cómodo, es pequeño y con pocas mesas, pero demasiadas para el espacio del que disponen, local ruidoso si este se llena, y que con el calor de la cocina puede ser agobiante. En cuanto a la decoración, es un retablo de recuerdos de la gente que ha pasado por el local, junto con carteles de cine clásico italiano y el escudo de Nápoles, eso, junto con los manteles de cuadros azules y la presencia de Salvatore (si no recuerdo mal), propietario y cocinero, en su mesa en la esquina del restaurante, le dan ese aspecto de restaurante típico de película que tenemos grabado en la retina.

Por lo que respecta a la comida, comentaré 3 platos, los que yo suelo pedir, aunque en la carta presenta una respetable variedad de pastas y algunas otras variedades de platos como los crespelle (parecido a la lasaña, pero en vez de capas de pasta, capas de queso).

Como entrante, uno esencial, la ensalada Coriolano, uno de los estrella en este restaurante, verdura variada con queso azul, mozzarella, y ya aliñada con vinagre Módena. Uno no piensa que una ensalada puede dar tantos sabores, y el secreto está en que ellos producen su propia verdura, y en su día ellos mismos vendían su verdura, a resaltar el sabor de los tomates.


Como 2º plato, papardelle al funghi porcinni, buena cocción de la pasta, y la salsa tiene un "algo" en el sabor que la hace adictiva y no sé pasar sin pedírmelo, será el sabor de las setas, la densidad de la salsa, el queso... o quizá la conjunción de las 3 cosas.


Y como postre, tienen una variedad de postres caseros, pero el que más me gusta a mí es el zavaione, helado de yema de huevo y vino Marsala, está espectacular, cremoso, sabroso, y aunque sea una auténtica carga de calorías, da gusto terminar la comida con este postre, si es que os queda hueco. Pues las raciones son bastante generosas.


Del servicio, decir que va según días, los hay que son encantadores y otros que son muy secos, se nota la diferencia de cuando eres nuevo a cuando has repetido más de una vez, el trato es más amable, pero aún así hay algunas ocasiones que no están de muy buen humor, sobretodo si llegas a hora límite de cierre de cocina. Pero conmigo he de decir que en general han sido siempre amables.

Sobre el precio, lo que veis junto con 1 cerveza, fueron 28 euros, para una persona puede salir algo caro, lo mejor es ir para compartir 2 entrantes y luego un plato, como digo las raciones son generosas, y en muchas ocasiones, no hemos pasado de los 20 euros y hemos salido rodando del restaurante.

Si vais, espero que os guste.

Un beso para vosotras y un abrazo para vosotros.