miércoles, 22 de julio de 2015

Restaurante Tabaibarril, de la mar el mero...

Si el artículo anterior giraba en torno a la carne y El Cordero, ahora vamos al lado contrario y nos adentramos en el mar visitando las horas previas a nuestra vuelta a la península un pequeño pueblo costero del Sur de la isla próximo al aeropuerto, San Miguel de Tajao.

Vistas dese el puerto de San Miguel de Tajao
Son unas 10 calles las que conforman este pueblo junto con un pequeño puerto que cuenta con unas cuantas barcazas de faena fondeadas. Y al final de una de las calles se encuentra un restaurante que nos recomendó Cristina, también una de las trabajadoras del hotel, encargada de la piscina. Y gran recomendación la que nos hizo dirigiéndonos a Tabaibarril (Av. Callao Hondo. San Miguel de Tajao, tlf: 922171261 web: Facebook).  Un bar-restaurante que cuenta con un producto fresco que uno mismo elige y que se cocina según ellos consideren. Así pues uno se encuentra desde lubinas, doradas, camarones, navajas, mejillones... la variedad de la que ese día dispongan, pero a mi me llamó la atención el Alfonsinho, un pez de color rojo brillante, que según nos explicaron le viene por alimentarse únicamente de crustáceos, así que conforme lo vi, a la plancha!, también unas navajas y unos camarones (300 g.).

camarones
navaja
Lo de ser amables en Tenerife es generalizado, muy hospitalarios todos y en esta casa, pues también, acompañamos la comida con vino blanco local sin filtrar, que se sirve en garrafas de 1/4 de litro, 1/2 litro, 3/4 litro según lo que vayas a beber y cerveza Dorada.

La comida al ser cocciones desnudas, plancha y hervida se presenta de forma simple, casi desnuda, no dejando enmascarar la calidad del producto. Los camarones eran relativamente grandes, la mayoría con hueva, y buen punto de cocción, jugosos. Las navajas, también bien cuidada la cocción y el pescado a la plancha, una buena carne tersa y sabrosa, similar a la gallineta o la escorpa. Como guarnición, papas arrugadas y mojos rojo y verde.

Alfonsinho
Ambiente muy muy tranquilo, disfrutando de la brisa marina que llega hasta el local, un rato que quieres que no termine y no sólo porque en 2 horas pillábamos el avión de vuelta. Un buen sabor de boca para la despedida por unos 36€ 2pax. con un precio por la ración de camarones de 4€, algo que no había visto en la vida.
La lonja de Tabaibarril

Otro gastrodestino a apuntarse en la agenda si se va a Tenerife en la zona sur y si lo que se busca es tranquilidad.

Un beso para vosotras y un abrazo para vosotros.








miércoles, 8 de julio de 2015

Restaurante El Cordero, los guachinches, ejemplo del km.0

Durante la estancia en Tenerife no íbamos a estar todo el día encerrados en el complejo hotelero, así que dimos alguna vuelta por la zona sur de de la isla junto con la visita al Teide.

En una de esas salidas y haciendo caso a Paula, una de las trabajadores del hotel, visitamos un tipo de local muy particular que se extiende en Tenerife, Guachinche, en este caso nos hablaron de Guachinche El Cordero (crta de Las Galletas a Guargacho. Tlf: 922734171 web: Facebook), que según ella contaba con una excelente carne y el mejor secreto ibérico que ella había tenido oportunidad de probar.

Pero qué es en realidad un Guachinche?, por lo que he podido averiguar, los guachinches son locales habilitados al lado de huertas, granjas o viñedos que se abren únicamente durante unos meses al año que se corresponden con los de la producción del vino. Se consume todo local, es decir, la propia huerta, carne de tu granja y el vino que tú produces. Lo que vendría a ser el mas puro ejemplo del Km.0, un ejercicio de sostenibilidad y autoabastecimiento puro y duro. A parte de esto, los guachinches tienen un régimen fiscal diferente al de los restaurantes que les permite al mismo tiempo tener precios mucho más económicos. La mayoría de los guachinches están concentrados en la zona norte de la isla, aunque alguno hay por el sur como este del que hablo.

Aquí dejo un video documental sobre la historia del Guachinche y su implicación en la cultura popular tinerfeña. Os recomiendo verlo, contagia nostalgia y ganas de conocer más sobre las costumbres locales de tu propio entorno.


Pero realmente El Cordero no es un guachinche, porque aunque su cocina es local y cumple con todo lo propio del guachinche, abre todos los días, y cuando digo todos es todos, así que por eso se sale de la denominación, y es un Restaurante.

La verdad que es imposible no verlo, pues a la entrada hay un seto de unos 6 metros de alto con forma de cordero que nos indica que ya estamos, aunque para llegar hasta allí da la sensación de que uno va perdido. Cuenta con un amplio parking, aunque parece que no lo haya al estar no muy bien señalizado y más estando en mitad de la carretera une los 2 pueblos.

El emblematico Cordero
El local es un amplio terraplén adaptado para dar comidas, cuenta con 3 zonas, todas cubiertas, una edificada y otra que son 2 terrazas muy amplias, suelo de tierra y mesas y sillas de de playa.

De momento cumple con lo de Guachinche, pues da imagen de montado a salto de mata. Servicio rápido, primeras cervezas Doradas, cerveza tinerfeña que es muy suave para mi gusto, y carta en mano, bastante extensa. Aunque nos dejamos recomendar, que para mi casi siempre es lo mejor, y además los tinerfeños son en general gente de lo más amable.

Dorada y papas
Así pues salieron unos quesos frescos con mermelada de higo, papa arrugadas con mojo rojo y verde, cordero a la brasa y lo único que elegimos nosotros fue el secreto ibérico. De postre bienmesabe.

En lo que a cocina se refiere uno conforme entra ya sabe que no puede esperar determinadas cosas, como presentaciones cuidadas por poner un ejemplo, y la verdad que con lo bien que se come es lo menos importante, muy cuidados los puntos de las carnes, el cordero excepcional, carne jugosa y con sabor, al mismo nivel el secreto, con buena infiltración grasa, y el queso, pues pasable. Con el bienmesabe ya salimos rodando. Precio no es que fuera de risa, pero se acerca, 20€ persona por una muy, muy buena carne local, y un servicio acorde al sitio, sin pretensiones, amable y atento, más que correcto.
Cordero

Una bonita forma de meterse un poco en la cultura gastronómica local. Y al final uno se da cuenta que desde los años 40 se está haciendo de forma inconsciente un ejemplo de movimiento Km.0 y slow food, partiendo de montar fiestas los fines de semana para aprovechar el vino de la cosecha. Por qué cómo todos sabemos, las mejores ideas salen en torno a una mesa, con amigos y una buena cantidad de alcohol y comida.

Un beso para vosotras y un abrazo para vosotros.



Secreto


queso fresco