Buenas a todos, recuperamos el recorrido por Madrid en un local que hacía tiempo que quería probar, tanto por las recomendaciones de los amigos (esto va principalmente por tí, Javi) como por la mente pensante que está detrás de este proyecto, que no es otro que Paco Roncero (Restaurante El Casino de Madrid, 2 estrellas Michelín).
Así que el sábado tras empaparnos de cultura surrealista y hacer una breve introducción a la patafísica de Rousel en el Reina Sofía, pasamos a probar este local, Estado Puro (Plaza Cánovas del Castillo 4. www.tapasenestadopuro.com). y de pasar por probar, nos quedamos a comer en la barra y fuimos pidiendo sobre la marcha.
Del local, resaltar esa decoración flamenco-pop, con el tejado decorado con peinetas y el mural al fondo de una sevillana al más puro estilo 50´s. todo un puntazo que une lo castizo con esta ola creciente de cultura pop. Por cierto, si uno/a quiere, se puede comprar una de las peinetas en la sección merchandising.
Y metiéndonos en harina, comencemos con el tema de la comida.
Como he dicho antes, nuestra idea era probar un par de tapas y cambiar a otro sitio, pero nos sentíamos tan a gusto en el local, aunque fuera la barra, que decidimos quedarnos, así que si véis alguna disonancia gustativa por los platos que pedimos, es que simplemente nos dejamos llevar por lo que nos apetecía tomar en ese momento.
De inicio, unos mejillones en escabeche. Buen calibre y bastantes unidades, escabeche suave, buen entrante para ir haciendo boca.
Patatas bravas. Siempre lo diré, para mí, uno de los puntos de calidad de un bar son sus bravas y la ensaladilla rusa, en este caso, son de 10. Realmente buenas y sabrosas, con un punto de picante perfecto y una bonita presentación y elaboración. Pasar por Estado Puro y no probarlas, es un error.
Ensalada Japonesa. Con jamón de pato, verdura fresca, bien aliñada, variedad de setas, fruta..., una ensalada muy completa.
Boquerones en vinagre. Espectaculares, buen tamaño el de los boquerones, bien marinados y con ese punto de exceso de vinagre que hace que te pique la garganta, que a mi particularmente, me gusta mucho. Con los chips de ajo, entran sin sentir. Muy buenos.
Espárragos trigueros en tempura con romescu. Quizá el menos vistoso de lo que pedimos, pero el punto del espárrago estaba muy bien, todavía un punto crujiente, la tempura bien hecha, sin exceso de aceite y con todo el sabor del espárrago. La salsa, a mi me gusta más ligera, pero de sabor estaba muy correcta.
Todo esto fue lo que tomamos, todo ello regado por cantidades ingentes de cerveza, y salimos por menos de 20 euros por cabeza.
Se que en este local hay que probar muchas cosas más, como la tortilla SXXI, minihamburguesa, pepito ternera... Pero para eso tendré que volver, y visto lo visto, seguro que lo haré.
Sitio más que recomendable tanto para parar a picar como para quedarte a comer, y además por un precio muy razonable.
Y para despedirme en esta publicación, os dejo este Dalí de su etapa cubista que me encantó. Si tenéis oportunidad no dejéis de pasar por el Museo Reina Sofía y visitar la exposición surrealista y la patafísica.
Un beso para vosotras y un abrazo para vosotros.
4 comentarios:
Coincido contigo Juan, realmente un sitio que vale la pena visitar si vas a Madrid.
Tal vez te dejaste probar (ya se que no por ganas) algunos "must" como la tosta de anchoas, el arroz del perolet (si, en Madrid) o las croquetas (de iberico o bacalao) envueltas en un peculiar papel de periodico (como dice Paco, es una buena manera de juzgar la calidad de un local de tapas...su nivel de croqueta... ;-)) . Recuerdo que yo hacia lo mismo comparando las "pringas" del barrio Santa Cruz en Sevilla... ;-)).
Pero hay otro factor que impresiona y también lo puedes ver en el EStado Puro de PLaza Santa Ana, y es la profesionalidad y simpatía del servicio (como siempre, si no los pillas en alguna situación excepcional o límite... un lujo.
Y finalmente el hecho de estar en el gastrobar pionero en España, el que se inventó lo de tapear de "tradiguardia" (tradicion+vanguardia) , en eso Paco Roncero fue el primero aunque luego le han seguido muchos...con mas o menos fortuna.
Se trata de dar placer y explotar nuestra riqueza de un modo racional, exaltando uno de nuestros tesoros diferenciales....tapeamos? pero siempre con buena compañia... ;-))
Muchas gracias Javi por tu comentario. Sé que es un sitio para repetir. Yo, lo pasé fenomenal. Es curioso ver como cada uno tiene un criterio para definir la calidad de un bar (croqueta, pringá o bravas) pero el mismo factor común, nos gusta disfrutar comiendo.
Como siempre, gracias por leer, escribir y apoyar mi blog.
Un abrazo fuerte.
El experimento de Paco Roncero en el mundo de los bares de tapas es bastante digno. El local, aunque de decoración un tanto “España Cañí”, es bastante atractivo. El servicio correcto y contando con gente profesional como Fernando Fandiño de jefe de sala. Los precios son razonables, algo más caros que un bar de barrio, pero para la zona en la que se encuentra son incluso moderados. En cuanto a la comida, hay que tener claro cuando visites este local que las raciones de degustación están centradas más en sorprender y descubrirte sabores que en quitar el hambre. Aceptada esta premisa, hay tapas muy dignas (como la ensaladilla), tapas curiosas y divertidas (como la tortilla del siglo XXI), tapas sabrosas (como las croquetas o los mejillones tigre), aunque también tapas algo decepcionantes (como las patatas ali olí). En definitiva un sitio recomendable que merece la pena visitar
Creo que es un pensamiento unánime que es un sitio que merece la pena por lo menos probarlo, al menos con la gente que he hablado del tema, y aún me queda por probar el local de Plaza Santa Ana, aunque sea la misma cocina, el emplazamiento es diferente.
A mi me parece que Paco Roncero ha dado con una gran fórmula en este sentido, y hasta la fecha es el mejor que he probado como gastrobar.
Un saludo
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