Buenas a todos.
Seguimos desgranando locales de la provincia de Castellón, en esta ocasión un local bastante conocido por sus arroces, hasta donde yo había oído en Alcossebre. Y aprovechando una oportunidad volviendo de Peñíscola, unos amigos y yo decidimos parar en Can Roig (Playa Manyetes s/n, Alcossebre, tlf: 964412515, web: www.canroig.es).
El camino de acceso lo hace atractivo, bordeando la playa, y lo convierte en una pequeña aventura. El local tiene un muy buen emplazamiento, a la orilla de la playa.
Ya habíamos reservado mesa y el arroz, algo imprescindible en fin de semana si uno no quiere hacer el viaje en balde.
Y por fin llegamos.
Como habíamos tenido jarana el día anterior tampoco quisimos cometer excesos, y más sabiendo que el plato principal consistía en un arroz meloso. Para beber, la carta de vinos corta y con referencias poco apetecibles, así que tiramos de cerveza.
Lo que comimos os lo presento a continuación.
1. Mejillones marinera: Lo mejor del día, sabrosos y con una salsa de toma pan y moja, además de verdad, porque el pan estaba excelente. Me quedé prendado de esa salsa.
Mejillones marinera |
2. Tartar de atún: La carta tiene 2 tipos de entrantes, los clásicos y los más elaborados, decidimos hacer uno de cada, por un lado los mejillones que ya os he presentado y por otro este tartar de atún, que pasó sin pena ni gloria pues el condimento de salseo le quitó el sabor al atún.
Tartar de atún |
3. Arroz meloso de bogavante: Buen punto del arroz, bogavante hermoso, pero exceso de sofrito que hizo que supiera todo a tomate y eso estropeo y mucho el arroz. Una pena porque de aspecto apuntaba muy buenas maneras.
Arroz meloso de bogavante |
Sobre el servicio, muy saturado, lento y no es que desbordasen simpatía. Cosas comunes de fin de semana en locales de reclamo turístico. Pero por ese reclamo precisamente debieran ser algo más cuidadosos.
El precio es la peor parte, 47€ por cabeza, sumando cafés y postre (sorbete de limón, perdón por no haber foto), que desde mi punto de vista me parecen excesivos por lo recibido ese día.
Habrá que volver para dar una segunda oportunidad, ya que la primera no cumplió expectativas, pero mucha gente de mi entorno esta muy contenta cuando visitan Can Roig, y son gente de la que me fio. Quizá tuve mala suerte.
Por eso digo que es una travesía agridulce, un camino bonito, unas vistas agradables, unos buenos amigos, y unos estupendos mejillones, que se agrian por un exceso de sofrito y un trato mejorable a una RCP alta.
Un beso para vosotras y un abrazo para vosotros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario