Cocinando a cuatro manos, a seis manos, a ocho... como en las iniciativas en las que se juntan varios cocineros, algunos conocidos y otros no tanto, ha surgido esta idea de escribir el presente artículo entre dos amigos que escriben en la red desde sus respectivos blogs: Les Foes de Roger Díaz y Buen Gusto Club Social de Juan López.
En un primer momento cuando surge la idea uno podría pensar que es algo complicado, uno escribe sobre vino principalmente y otro sobre sus experiencias en diferentes cocinas, pero cuando lo que nos une es el amigo que nos presentó, se hace todo más fácil. Este artículo a cuatro manos habla de la vuelta de Modesto Fabregat, la vuelta de su cocina en Arbequina.
Arbequina vuelve a abrir su cocina el 15 de Octubre y supone el inicio de una nueva temporada, una temporada que viene cargada de nuevas propuestas, nuevos sabores y cómo no, nuevas experiencias. Los últimos tres o cuatro meses Modesto ha estado en Escocia, partiendo su tiempo entre Edimburgo y Glasgow desarrollando un nuevo proyecto personal como asesor de un local gastronómico propiedad del grupo empresarial Rotonda en la ciudad de Glasgow, mientras ampliaba su formación en Edimburgo.
Para todos aquellos que, como nosotros, conocen cómo está el panorama gastronómico en Castellón el regreso a los fogones de Modesto es una bocanada de aire fresco. Cada temporada un nuevo reto, nuevos sabores y jornadas temáticas llenas de platos sorprendentes. Por desgracia Castellón es una plaza muy complicada; la gente, a menudo, confunde calidad con caro y económico con barato (en sentido peyorativo), así como la certeza de que un restaurante es bueno porque está de moda. Una pena.
Las personas que comen aquí y allá donde van, se interesan y preocupan por el producto o se fijan en los detalles como cubertería, mantelería, cristalería, etcétera, son las que aprecian que en esta ciudad haya un restaurante como Arbequina. Comer es siempre algo global: con quién comemos, aquello que comemos, lo que bebemos, el entorno o la tranquilidad, entre otros aspectos. Es esto precisamente lo que algunos apreciamos siempre en la mesa de Modesto. Más de diez años al frente de los fogones de Arbequina, llenos de fantásticas jornadas de setas, pescados azules, alcachofa, caza o bacalao, lo convierten en un auténtico embajador de los productos que nuestra provincia ofrece. A todo ello cabría añadir el constante interés por renovar periódicamente la oferta en bodega, una bodega llena de referencias nacionales e internacionales, con especial decantación por los vinos alemanes (vinazos!-diríamos nosotros-). Un más que ajustado precio del vino junto con una comida de excelente calidad hacen de Arbequina una de las mejores relaciones calidad-precio que hoy en día podemos encontrar en toda la provincia.
Nosotros pensamos, que un sitio donde igual puedes disfrutar de un vino biodinámico joven como el de Joan d´Anguera o de un dolcetto del Piamonte como el de Pecchenino, pasando por un vino del Mosela como el Schieferterrassen, mientras comes un tartar de atún rojo o un plato de olleta de la Plana, es un sitio donde vale la pena ir a disfrutar, aunque sea de cuando en cuando. Todo este trabajo y mucho más que no se ve, es lo que marca la diferencia entre un restaurante u otro. Reducirlo todo al precio, sin saber lo que se ajustan y cuestan las cosas, es un error, en nuestra humilde opinión.
Las personas que comen aquí y allá donde van, se interesan y preocupan por el producto o se fijan en los detalles como cubertería, mantelería, cristalería, etcétera, son las que aprecian que en esta ciudad haya un restaurante como Arbequina. Comer es siempre algo global: con quién comemos, aquello que comemos, lo que bebemos, el entorno o la tranquilidad, entre otros aspectos. Es esto precisamente lo que algunos apreciamos siempre en la mesa de Modesto. Más de diez años al frente de los fogones de Arbequina, llenos de fantásticas jornadas de setas, pescados azules, alcachofa, caza o bacalao, lo convierten en un auténtico embajador de los productos que nuestra provincia ofrece. A todo ello cabría añadir el constante interés por renovar periódicamente la oferta en bodega, una bodega llena de referencias nacionales e internacionales, con especial decantación por los vinos alemanes (vinazos!-diríamos nosotros-). Un más que ajustado precio del vino junto con una comida de excelente calidad hacen de Arbequina una de las mejores relaciones calidad-precio que hoy en día podemos encontrar en toda la provincia.
Nosotros pensamos, que un sitio donde igual puedes disfrutar de un vino biodinámico joven como el de Joan d´Anguera o de un dolcetto del Piamonte como el de Pecchenino, pasando por un vino del Mosela como el Schieferterrassen, mientras comes un tartar de atún rojo o un plato de olleta de la Plana, es un sitio donde vale la pena ir a disfrutar, aunque sea de cuando en cuando. Todo este trabajo y mucho más que no se ve, es lo que marca la diferencia entre un restaurante u otro. Reducirlo todo al precio, sin saber lo que se ajustan y cuestan las cosas, es un error, en nuestra humilde opinión.
En fin, el 15 de Octubre volvemos a tener en casa a Modesto para que nos muestre todo lo aprehendido, y disfrutar, como siempre, de su mesa. Y ahí estaremos Roger y Juan para dar cuenta de ello.
Un saludo a todas y todos y...salud!
Un beso para vosotras y un abrazo para vosotros.
Pd: es el primer artículo a cuatro manos, pero esperemos que no sea el último.
2 comentarios:
¡Welcome back, Modesto!
Muy bueno vuestro artículo, bien explicadito aunque en mi opinión excesivamente diplomático, aunque ya sabéis que yo soy un radical...
Del mismo modo que sabéis que en mi humilde opinión la Arbequina es el mejor restaurante de la provincia sin lugar a dudas, que estamos hablando de calidad de un "Dos Estrellas Michelin" en el centro de París (Juan sabe muy bien a qué Atelier lo estoy comparando) a precios de Castellón, también sabéis que comparto plenamente vuestra opinión sobre lo "complicado de la Plaza" que es Castellón. Sólo que yo no lo hubiera expresado exactamente así...
Yo simplemente hubiera dicho: "Nadie es profeta en su tierra, y Castellón no tiene ni idea de esa joya que alberga, que es la Arbequina".
Y no lo digo de una forma más radical aún para que no me censuréis el comentario...
Buenas Jorge. muchas gracias por los halagos.
Estás en lo cierto, hay diplomacia, porque hubo consenso entre los 2, y también vimos que no tenía sentido ser incendiarios, pero como siempre, "a buen entendedor..." y creo queda patente tanto el valor de Arbequina para nosotros como que esperamos que la ciudad se active y empiece a darse cuanta del buen hacer que tiene y escapen de ese fenómeno moda.
Un abrazo y esperamos verte pronto.
Publicar un comentario