Se está dando una revolución en muchos pueblos de interior a nivel gastronómico. Por un lado tenemos grandes proyectos ya estables en pueblos como es QDR en Denia, L´Escaleta en Cocentaina, Casa Pepa en Ondara, pero de esas faldas surgen cocineros locales que se atreven a darle ese aire fresco a sus pueblos o ciudades.
Y este es el caso de L´Amagatall de Tota (Carrer El Terrer 6. tlf: 966842888. web: Facebook) de Jorge Sanus, un cocinero que sale de la escuela de Kiko Moya, donde ha pasado muchas horas aprendiendo de, para mi, uno de los mejores cocineros a nivel nacional de lo que yo llevo conocido. Y gran parte de esa filosofía de trabajo se la ha llevado consigo, al igual que se ha llevado a uno de los camareros que ejerce como jefe de sala y sumiller, Miguel, que ha tenido de maestro durante 10 años a Redrado, ahí es nada.
Y este es el caso de L´Amagatall de Tota (Carrer El Terrer 6. tlf: 966842888. web: Facebook) de Jorge Sanus, un cocinero que sale de la escuela de Kiko Moya, donde ha pasado muchas horas aprendiendo de, para mi, uno de los mejores cocineros a nivel nacional de lo que yo llevo conocido. Y gran parte de esa filosofía de trabajo se la ha llevado consigo, al igual que se ha llevado a uno de los camareros que ejerce como jefe de sala y sumiller, Miguel, que ha tenido de maestro durante 10 años a Redrado, ahí es nada.
Se atreve pues a abrir camino en culturas gastronómicas cerradas como suele ocurrir en muchas ciudades pequeñas, que consideran la alta cocina y sus técnicas únicamente para las grandes urbes, o sólo en aquellos restaurantes que ya están consagrados. Un atrevimiento que si sigue en esta línea espero le de muchos éxitos, pues quien golpea primero, golpea 2 veces. De hecho acaba de tener el reconocimiento de la Guía Repsol.
Un local de dimensiones manejables para el volumen de personal que son y garantizar un servicio en condiciones, diáfano y cómodo, en el que sólo se le podría mejorar la acústica. Con mesas vestidas y cristalería más que aceptable.
Como no me gusta complicarme la vida tiro de menú degustación, a un precio de 26€ (bodega a parte), que consta de 8 platos. Un menú que hace retrospectiva a platos locales como la pericana, usa fondos profundos como la gallina en pepitoria con azafrán, aromas de montaña como la rúcula con parmesano y trufa, y un paseo por el mar con unas estupendas navajas a la mantequilla, una ventresca de atún donde se muestra calidad y apuesta por producto y un cordero a baja temperatura con berenjena, crujiente y sabroso. Quizá sólo flojea en uno de los postres, en el de chocolate que me pareció aguado con falta de consistencia, pero muy fresco el cítrico previo.
rúcula, parmesano y trufa |
gallina en pepitoria con azafrán |
Vino Los Pinos |
Para mi, es de los sitios que merece la pena desviarse si se pasa por la zona interior de la provincia de Alicante, y que espero y confío en que siga creciendo para llegar lo más lejos posible.
Un beso para vosotras y un abrazo para vosotros.
oliva y vermouth, pericana con ajo |
Navajas a la mantequilla, aire de jugos y eneldo |
ventresca atún |
Cordero y berenjena |
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