Buenas a todos, perdonad que haga tiempo que no publique nada, pero me ha faltado tiempo para ello.
Así que retomaré desde donde lo dejé. Que si recordáis era el Restaurante del Casino Antiguo de Castellón.
Del restaurante decir que fue una autentica decepción, del local decir que no me gustó la distribución en pasillo largo que le da bastante sensación de frialdad, eso también implica que el personal lo pase peor, por que han de ir pasillo arriba pasillo abajo, además la decoración del local contrasta mucho con la de la recepción del Casino, de la visión de un lugar diáfano, claro, y de decoración actual, a la de la recepción en maderas oscuras y de estilo más que clásico.
Yendo a lo importante que es la comida, los entrantes fueron muy flojos, empezamos con una sinfonía de tomates y anchoas, se usaron 3 tipos diferentes de tomate, raff, cherry y otro más que sintiéndlo mucho no recuerdo y tampoco nos los dijeron, bien de sabor pero no hay mucho misterio en poner tomate y una anchoa decente.
Como 2º entrante un carpaccio de cigala gelatinificada cortada tan fina, que no se sabe si es transparente por la gelatina o por lo fino del corte, a eso hay que sumarle que a penas tenía sabor, así que la conclusión es fácil, mejor no pedirlo.
En 3er lugar un sepionet de playa, sabroso pero con un exceso en el tostado quizá, en este plato no se si soy del todo justo, pero ver lo anterior me hizo ser más quisquilloso, de todas maneras, esto es como siempre, hacer un palto malo con un buen producto es muy difícil, así que estaba bastante aceptable, pero sin mucho misterio.
Como plato principal comi steak tartar, de este decir que estuvo muy bien, solomillo bien tierno, jugoso, y especiado con picante al punto que a mi me gusta, pero ración poco abundante, y visto el hambre que había dejado los entrantes, me hubiera gustado comer un poco más.
Para terminar postre casero, en este caso brownie, y una vez más, nada del otro mundo, así que no gastaré muchas palabras en él.
Para beber, tomamos Santa Rosa 2006 reserva de Enrique Mendoza, que cuadró muy bien con el tartar, pero quizá muy intenso para los entrantes, recomendable dejarlo que se abra en botella antes de servirlo, por que quizá decantarlo haga que evolucione demasiado rápido y pierda muy rápido algunos de sus aromas, y aparezca demasiado pronto los terciarios.
Y hasta aquí la crítica, lamento que sea tan negativa, pues a esto hay que sumarle el precio, que yendo a carta sale aproximadamente, sumando vino para 4 personas, unos 45-50 euros por cabeza, así que por ese precio se me ocurren restaurantes mucho mejores.
1 beso para vosotras y 1 abrazo para vosotros.
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